20170121

ALICANTE - LEÓN



Estos pies van a sufrir de lo lindo. Pero hoy no, .......

21 de agosto de 2016, domingo

          Iniciamos unas nuevas jornadas de convivencia "turigrineando" desde León a Oviedo por el llamado Camino del Salvador o de San Salvador, atravesando la Cordillera Cantábrica por el Puerto de Pajares y disfrutando de los paisajes de ensueño que estas tierras nos ofrecen. Aunque no solo de los paisajes, porque la cecina, los embutidos, les fabes, la sidra y la gastronomía en general de ambos lados de la Cordillera quitan el hipo y añaden colesterol a las arterias, pero bueno, lo eliminaremos caminando por las montañas.

          El grupo es el mismo del año pasado: Miguel, Fernando, Paco Calatayud, Antonio, Paco Ruiz y Juan, echando en falta a los hermanos López que, por circunstancias familiares, tampoco han podido acompañarnos en esta ocasión.

          Salimos temprano parando a almorzar en el conocido Juanito de La Roda y después a comer opíparamente en La Cueva del Cura de Valdevimbre,  muy cerca de León.  Ya en la muy noble Legio,  nos da cobijo un nuevo albergue particular, el Check In, inaugurado el año pasado a las afueras de la ciudad, en la misma entrada del Camino Francés, y situado a 700 metros del casco viejo y la catedral, lo que nos facilita un ir y venir muy cómodo.

          Tras la correspondiente siesta marchamos a cenar de tapeo al barrio Húmedo, pero antes nos detenemos en un bar a ver la primera victoria del Madrid en la liga que empieza (Real Sociedad  0 - 3 Real Madrid). Luego larga procesión por el Húmedo degustando sus exquisiteces hasta acabar admirando la fachada de la catedral, a estas horas maravillosamente iluminada.

          No nos retiramos tarde porque el viaje ha sido largo y, aunque mañana vamos a holgazanear todo el día por aquí, necesitamos ya recuperar fuerzas (la edad se nota).

(Ver ETAPAS)

PINCHANDO EN UNA FOTO PUEDEN VERSE TODAS A MAYOR TAMAÑO



















Plaza del Grano










LEÓN


22 de agosto, lunes

          Hoy día turístico por esta preciosa ciudad que iniciamos participando en una visita guiada por el interior del Parador Hostal de San Marcos, que fue hospital de peregrinos en sus orígenes allá por el s.XII y destinado a multitud de usos a lo largo de su historia (convento, prisión, instituto de enseñanza, escuela de veterinaria, campo de concentración en la Guerra Civil, diputación, ....).  En 1875 quiso derribarlo el ayuntamiento pero se libró por suerte y hoy es uno de los monumentos más importantes del Renacimiento español y parador nacional de 5 estrellas desde 1964.

          Tras recrearnos en este maravilloso lugar, pasamos junto a las murallas romanas para dirigirnos a otro no menos fantástico: la Colegiata de San Isidoro. En su museo se conserva el Cáliz de Doña Urraca, pieza de orfebrería románica considerada  por algunos investigadores como el Santo Grial, también la arqueta recubierta de plata que contuvo las reliquias de San Isidoro de Sevilla, así como el arca de los marfiles donde, al parecer, se guardó la mandíbula de San Juan Bautista.  En el Panteón Real, llamado la Capilla Sixtina del Románico, se pueden admirar las pinturas de sus capiteles con motivos agrícolas y bíblicos.

          Luego paseo por la calle Cid hasta arribar al Palacio de los Guzmanes, sede de la Diputación Provincial, y a la Plaza de San Marcelo donde se encuentra la Casa Botines, magnífico edificio modernista diseñado y construido por Antonio Gaudí a instancias del empresario catalán Joan Homs i Botinás, asentado en la capital leonesa y de cuyo apellido se deriva el nombre del edificio.  A continuación disfrutamos de la bulliciosa calle Ancha dirigiéndonos a la catedral que algunos hace poco que  hemos visitado, así que mientras unos se deleitan con esta joya del gótico cuyos muros contienen, seguramente, la mayor colección de vidrieras medievales del mundo, otros nos dedicamos a buscar un sitio para comer.

          Tras una "dura peregrinación" por el Húmedo dejándonos guiar por  G.P.S. (Gente del Pueblo Sabe), nos decidimos por el Bar-Restaurante El Besugo cuyo vermut de grifo, acompañado de unas tapas de oreja con garbanzos,  nos prepara para un buen menú de comida casera en el salón del primer piso.  Los agradables, simpáticos y siempre profesionales camareros, hacen del Besugo un lugar al que no solo se va a comer sino también a estar. Un sitio sin lujos, pero de lujo.

          La tarde-noche es apacible después de una mañana de trajín. Una siesta reparadora durante las horas de más calor, un paseo relajante hasta el centro y una cena a base de pinchos por el Barrio Húmedo de nuevo, nos deja listos para empezar mañana la ruta.


(Lo contamos en: ETAPAS)


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San Marcos


Interior













Claustro









Colegiata de San Isidoro

Cáliz de Doña Urraca

Panteón Real


Calendario agrícola














Se nos hizo de noche